Los precios de la soya intentan sostener las recientes ganancias en Chicago, pero la falta de detalles y confirmación oficial sobre las supuestas compras chinas empieza a generar impaciencia entre los operadores.
Los analistas más cautelosos advierten que, mientras los precios de la soya estadounidenses no sean más competitivos que los brasileños y la calidad no supere a la del gigante sudamericano, China seguirá privilegiando las compras en Brasil y en Argentina.
Con un potencial récord de producción brasileña para la nueva campaña cercano a 185 millones de toneladas, el mercado se pregunta cuánta soya de Estados Unidos realmente necesitará China si el clima en Sudamérica acompaña con una oferta de soya arriba de los 240 millones de toneladas de soya en su conjunto. En este contexto, varios analistas consideran que el último repunte podría haber sido demasiado optimista.
Mientras los “alcistas” se aferran a la expectativa de un acuerdo comercial sólido entre EE.UU. y China, los “bajistas” señalan que el diferencial de precios y la baja de las primas de soya brasileña hacen que la soya sudamericana siga siendo más barata incluso con el reciente recorte del arancel chino al 13%. Sin una obligación firme de compra, el compromiso chino parece más simbólico que garantizado.
Los fondos, por su parte, mantienen posiciones dispares: algunos reducen exposición en soya y harina, mientras otros apuestan al repunte del aceite.
China enfría las compras y Brasil y Argentina aceleran la siembra: el tablero global de la soya podría estar a punto de reconfigurarse
El mercado de la soya se encuentra en una etapa decisiva. Mientras los operadores esperan definiciones sobre nuevas compras de China, los productores de Sudamérica avanzan con la siembra a un ritmo superior al esperado. Este contraste marca el pulso de un mercado que podría estar viviendo el inicio de un cambio estructural en el liderazgo exportador, con Brasil y Argentina desplazando gradualmente a Estados Unidos del centro de la escena.
El clima favorable en las principales regiones productoras de Sudamérica impulsa la confianza en una gran cosecha, mientras los analistas bajistas advierten que los altos niveles de stock global limitarían la posibilidad de un nuevo rally en los precios. En paralelo, los pronósticos climáticos comienzan a mostrar señales de posibles focos de sequía hacia fines de noviembre, aunque el mercado aún no reacciona a esas proyecciones.
China, por su parte, mantiene la cautela. La reducción parcial de aranceles a la soya estadounidense aún no se traduce en medidas concretas, y las decisiones de compra parecen estar más influenciadas por factores políticos que comerciales. En este contexto, el flujo global de soya sigue dominado por Brasil, que aprovecha su ventaja competitiva y consolida su posición como el nuevo epicentro del mercado mundial.
A corto plazo, el mercado se moverá en función de tres factores clave: la confirmación del acuerdo comercial entre EE.UU. y China, el próximo informe de oferta y demanda del USDA, y las condiciones climáticas en Sudamérica. Hasta entonces, el entusiasmo alcista podría necesitar una dosis de realismo.
China asegura su abastecimiento de soya
China ya ha cubierto sus necesidades de soya para noviembre y restan menos de 8 millones de toneladas por asegurar para el período diciembre-enero, en un contexto de márgenes negativos. Fuentes del mercado señalaron que, si no se concreta el acuerdo comercial, las compras podrían reducirse o posponerse hasta que se liquiden parte de las reservas internas de soya. En caso de realizarse esas ventas, deberían concretarse en noviembre para permitir a las procesadoras completar el ciclo de compra, carga, procesamiento y entrega de harina antes del Año Nuevo Lunar, que se celebra en febrero.
Se estima que China recibirá 9,5 millones de toneladas de soya en los próximos 30 días y hasta 17,2 millones en los próximos 60 días.
El USDA revelará datos clave mientras China siembra dudas y crece la tensión global
Esta semana, el foco del mercado agrícola estará puesto en el informe WASDE del USDA, que se publicará el viernes (14) y podría redefinir las expectativas sobre los rendimientos en Estados Unidos, el potencial productivo de Brasil y la evolución de la demanda china. Los analistas esperan una actualización que aclare si los recientes ajustes climáticos en el Medio Oeste estadounidense afectaron el rendimiento final del maíz y la soya, mientras Sudamérica avanza con su siembra bajo condiciones favorables.
Las señales de demanda siguen siendo contradictorias. China aún no ha confirmado detalles sobre nuevas compras de soya estadounidense, mientras que las inspecciones de exportación de Estados Unidos muestran una desaceleración. Sin embargo, la reciente decisión de Pekín de restaurar las licencias de importación a tres compañías agrícolas estadounidenses fue interpretada como un gesto positivo, aunque insuficiente para revertir el sentimiento de cautela en el mercado.
Publicado: 11 de noviembre de 2025
Fuente: Santa Cruz Agropecuario
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