Problema. El Salvador tiene un alto nivel de vulnerabilidad a problemas asociados con el cambio climático. La agricultura y la alimentación son sectores amenazados.
La agricultura de El Salvador enfrenta fuertes retos por la escasez de recursos y el alto nivel de población. Las dificultades se agravan con los efectos del cambio climático. De acuerdo con Yerania Sánchez, oficial economista de la oficina subregional para Mesoamérica de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, la presión está sobre la capacidad de los sistemas agroalimentarios de poder satisfacer una demanda creciente y en los productores, que están en contacto directo con las tierras.
De acuerdo con la experta, Swiss Replica Watches en los países centroamericanos no nacen tantos niños como antes, no obstante, las tasas siguen siendo altas en relación con otros lugares. Los datos del Banco Mundial revelan que en El Salvador nacen menos niños por cada mujer que el promedio latinoamericano; sin embargo, el país ya está sobrepoblado con 6.127 millones de habitantes y con 296 personas por kilómetro cuadrado, cuando solo había 136 en 1961.
“La agricultura tiene el reto de alimentar a esta población creciente y esto ya sería un reto suficientemente grande si no hubiera cambio climático porque hay que producir más con menos”, explicó Sánchez. El problema se agrava, según la economista, porque los recursos para la agricultura se están reduciendo y las tierras pueden rendir menos por el cambio climático, lo que pone más presión para el país.
“Los activos fijos no están aumentando, están disminuyendo en calidad y disponibilidad para satisfacer la demanda de consumo (de alimentos), hacer más con menos es el reto que tienen los sistemas agroalimentarios, cuando se imprime el cambio climático, este reto se vuelve más enorme”, aseveró la oficial de FAO.
De hecho, la organización prevé que para 2100 el rendimiento del frijol podría bajar entre 1 % y 98 % según cada departamento del país, el más afectado sería La Unión. Por otro lado, en el caso del maíz, las caídas podrían ser entre 11 % y 47 %. La zona más afectada sería en ambos casos oriente.
País árido y vulnerable
Una de las grandes amenazas que tiene El Salvador se ve en los escenarios que la FAO ha trazado de la evolución del índice de aridez. Los departamentos del país que se encuentran en el rango del clima húmedo podrían transitar a lo “subhúmedo” en 2100, lo que Yerania Sánchez explica como una desertificación de los territorios, que significaría menos disponibilidad de agua pues se reduce el nivel de lluvia.
“La aridez es producto de varios factores, como la degradación de los recursos que hay en el suelo y los cambios de los factores climáticos esenciales: la temperatura, la precipitación. No es que son climas secos, sino que están tendiendo a la aridez”, explicó.
En esa línea, explicó: “El Salvador, de toda la región, es el que tiene menos cobertura boscosa y eso hace más sensible sus suelos”. Agregó que el área de los bosques tiende a reducirse.
La vulnerabilidad de El Salvador no queda solo en la aridez. Entre 1900 y 2011 se perdieron $6,613 millones por desastres naturales (ver gráfico), lo que incluye terremotos, tormentas, sequías e inundaciones. Este monto no toma en cuenta todas las catástrofes, solo las más importantes, aclaró Sánchez.
Centroamérica y República Dominicana han perdido en conjunto $22,820 millones. Individualmente El Salvador es el que ha sido más afectado, en términos monetarios; le siguen Honduras, con $5,182 millones, y Guatemala, con $4,111 millones.
La mitad de estas pérdidas económicas se ha dado en los sectores productivos, de los cuales los más afectados son la agricultura, con un 66 %, y la infraestructura, con un 29 %, según datos de la FAO y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
Publicado: 15 de diciembre de 2016
Fuente: La Prensa Gráfica
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