Mosquitos infectados en laboratorio con una bacteria común lograron reducir la transmisión del dengue en más de 70 % en ciudades de Brasil, Indonesia, Vietnam y Australia, según anunciaron investigadores del Programa Mundial de Mosquitos (WMP) en el encuentro anual de la Sociedad de EUU de Medicina e Higiene Tropical (ASTMH), realizado en Maryland (EE.UU.), el 21 de noviembre.
Se trata de la Wolbachia, una bacteria que está naturalmente presente en hasta 60 % de especies de insectos, y que es segura para los seres humanos, los animales y el ambiente. Sin embargo, no se suele encontrar en el mosquito Aedes aegypti, principal vector de los virus del dengue, zika, chikungunya y fiebre amarilla.
Cameron Simmons, director de evaluación de impacto y experto en epidemiología del dengue en WMP.
En el encuentro de la ASTMH los investigadores revelaron que la transmisión del dengue se redujo en 45 % en Río de Janeiro y hasta 79 % en Niterói (Brasil). Además, en esta ciudad también se redujo la incidencia de chikungunya en hasta 75 %, menos de un año después de haber liberado mosquitos infectados. Asimismo, se informó de una reducción de 76 % de la incidencia de dengue en Yogyakarta (Indonesia), al cubrir una población de unos 234.000 habitantes, luego de tres años de la liberación de los mosquitos.
Los investigadores del WMP lograron infectar a este mosquito con la cepa wMel de Wolbachia en 2005, y encontraron que la bacteria compite con estos virus, lo cual dificulta su reproducción y hace menos probable su transmisión. A lo largo de la última década, el WMP ha liberado mosquitos infectados en pequeña y gran escala en varias ciudades del mundo, no sin antes contar con el apoyo y el consentimiento de la comunidad para hacer estas pruebas.
Esta animación (en inglés) explica el proceso de infección de mosquitos Aedes con la bacteria Wolbachia para combatir la propagación del virus del dengue.
Crédito: World Mosquito Program.
“Estamos muy motivados por el impacto en la salud pública que estamos viendo, pues se destaca el potencial de este enfoque para combatir el dengue y otras enfermedades transmitidas por mosquitos a escala mundial”, dijo Cameron Simmons, director de evaluación de impacto y experto en epidemiología del dengue en WMP, en un comunicado.
Las primeras liberaciones del WMP se realizaron en Cairns y Townsville (Queensland, Australia) en 2011. A la fecha se ha evidenciado una disminución de aproximadamente 96 % en la incidencia del dengue, y en los últimos cinco años no se han verificado brotes. Además, en la conferencia se mencionó una disminución en los reportes de casos de dengue en una prueba de menor escala llevada a cabo en la ciudad de Vinh Luong, cerca de Nha Trang (Vietnam), en 2018.
Este anuncio está respaldado por diversos artículos publicados en los últimos años, como uno publicado en Gates Open Research que da cuenta de la reducción de casos en Australia; otro publicado en Trials acerca de la aplicación en Yogyakarta, y otro en Cell Host & Microbe, sobre el potencial del método Wolbachia para abordar la transmisión del virus Zika. Asimismo, WMP explicó que hay pruebas que se están llevando a cabo actualmente en Colombia, Sri Lanka, India y naciones insulares del Pacífico Occidental respaldadas por amplia evidencia de que en poblaciones locales de estos mosquitos Wolbachia puede ofrecer una manera segura para reducir las infecciones por dengue.
En Brasil, el método Wolbachia se introdujo en 2014 con la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz), bajo la guía del Ministerio de Salud. Luciano Moreira, investigador en Salud Pública de Fiocruz y coordinador del WMP en Brasil, explicó a SciDev.Net que antes de liberar a los mosquitos se trabaja con cada comunidad para explicar el proyecto y contar con su aprobación. “El contacto toma de cuatro a seis meses, y hay interacción con el sector salud, así como actividades en las escuelas y con líderes sociales”, mencionó.De momento, las liberaciones en Río de Janeiro y Niterói han abarcado una población de 1,1 millones de personas, a lo largo de 118 km². El plan en el corto plazo es cubrir a una población de 1,5 millones de personas con la liberación de mosquitos infectados con Wolbachia.
“Las próximas ciudades en las que trabajaremos son Campo Grande, Petrolina y Belo Horizonte. El Ministerio de Salud espera mostrar la eficacia de este método en diferentes regiones de Brasil, por lo que probaremos un enfoque diferente donde transmitiremos algunas de las actividades al municipio, fortaleciendo nuestra asociación con ellos”, agregó.
De acuerdo con la WMP, en Colombia también se han lleva a cabo liberaciones de mosquitos infectados con Wolbachia, particularmente en Medellín y Bello, abarcando una población de unas dos millones de personas. De momento no se presentaron brotes de dengue.
Según Moreira, este método puede ayudar a los países en desarrollo al aliviar la carga de la enfermedad, y se puede emplear en combinación con otros métodos, como la reducción de criaderos de mosquitos, insecticidas, y vacunas.
De acuerdo con datos de la OMS, en las últimas décadas aumentó la incidencia de dengue en el mundo, con 390 millones de infecciones por dengue cada año. Hasta ahora no hay medicamentos para tratar la enfermedad y la única vacuna autorizada contra el dengue ha tenido problemas de seguridad.
En efecto, un análisis del caso de Yogyakarta publicado en BMC Medicine concluyó que, dada la eficacia epidemiológica de este método, el costo-beneficio de implementarlo debe ser tomado en cuenta por tomadores de decisiones para maximizar su impacto.
Gonzalo Moratorio, profesor adjunto de Virología de la Facultad de Ciencias en la Universidad de la República (Uruguay), quien no forma parte de WMP, comentó a SciDev.Net que este tipo de métodos son novedosos porque buscan cortar el ciclo de transmisión de los arbovirus emergentes, focalizándose en el agente transmisor (en este caso el mosquito Aedes aegypti).
“Hoy en día, por la convergencia de fenómenos como el crecimiento exponencial de la población, el cambio climático, la globalización, la contaminación y las altas tasas de evolución microbiana, se necesitará de otras medidas de intervención para controlar este tipo de virosis”, comentó Moratorio.
El experto agregó que el monitoreo continuo y estudio tanto de factores genéticos del mosquito después de la infección con Wolbachia a lo largo del tiempo, como de nuevas cepas del virus en cuestión y de la misma bacteria, es fundamental.
“Dado que se trata de un parásito natural, ya es mejor que el uso de insecticidas, pero se debe dar un continuo seguimiento principalmente porque no todas las cepas de Wolbachia logran interrumpir el ciclo de infección, y el riesgo de generar una posible ‘resistencia’ no debe dejarse de lado”, afirmó Moratorio.
Publicado: 03 de diciembre de 2019
Fuente: SciDev
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