Dentro de la UE, los organismos genéticamente modificados (OGM) han sido controvertidos durante mucho tiempo. Las olas de debate han sido altas y las aprobaciones en toda la UE a menudo han sido bloqueadas por un puñado de estados miembros.
Hace tres años, los Estados miembros tuvieron la oportunidad de prohibir el cultivo dentro de sus propias fronteras de cultivos GM ya aprobados. Ahora la pregunta es si a los países no miembros en nombre de la justicia también se les debe permitir aprobar individualmente el cultivo de nuevos cultivos OGM dentro de sus fronteras.
Diga la palabra "OGM" alto entre la multitud y definitivamente obtendrá una gran cantidad de puntos de vista y reacciones de diferentes tipos. Aunque no todos saben exactamente qué es un OGM o para qué sirve, es un acrónimo que despierta sentimientos y opiniones desde todos los ángulos.
Desde la primera planta modificada genéticamente vió la luz del día a principios de la década de 1980, la cuestión de los riesgos potenciales de la ingeniería genética para los seres humanos y el medio ambiente se ha discutido en castillos y cabañas en toda Europa. Algunos creen que es la transferencia de genes real entre diferentes organismos, por ejemplo, entre bacterias y plantas, lo que conduce a consecuencias no deseadas. Otros señalan que los primeros cultivos GM comerciales fueron tolerantes a los herbicidas, lo que llevó a un mayor uso de estos. Sin embargo, los defensores dicen que la diferencia no es tan grande en comparación con el resto de fitomejoramiento en los últimos cien años, y que la tecnología también se utiliza para producir cultivos que contribuyen a una agricultura más ecológica y productos más sanos.
Ahora no voy a entrar en los detalles técnicos ni en las ventajas o desventajas de la ingeniería genética. Será usted quien lea este texto, examine y tome una posición. Por otro lado, discutiré si el proceso político que regula el cultivo de OGM en la UE es razonable o no.
Desde 1990, la UE tiene una legislación común que rige el uso de OGM y productos que contienen OGM. Inicialmente, los propios Estados miembros eran responsables de la evaluación de riesgos y del proceso de toma de decisiones. Otros Estados miembros podrían expresar sus opiniones y también apelar contra una decisión debido a las decisiones tomadas en toda la UE.
El 2001, el proceso fue centralizado. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, EFSA, fue creada para ser responsable de la evaluación de riesgos, y las decisiones ahora deben ser tomadas conjuntamente por un comité compuesto por representantes de todos los estados miembros.
Y allí, en algún lugar, se puede decir que comenzaron muchas de las dificultades con la aprobación del mercado de los cultivos GM para la siembra. Las decisiones deben tomarse por mayoría cualificada, pero casi siempre la mitad de los estados miembros votan a favor de la aprobación del mercado por varias razones. Desde 1998, solo un evento GM ha sido aprobado para el cultivo en la UE. Fue Amflora, una papa industrial con una composición de almidón mejorada para aplicaciones industriales amigables con el medio ambiente, aprobada el 2010 y durante dos temporadas se cultivó en Suecia y Alemania y luego se retiró.
Pero no es suficiente. El único cultivo GM aprobado en la UE para sembrar, un maíz resistente a los insectos que se cultiva principalmente en España, todavía produce oposición en algunos estados miembros que quieren prohibirlo. Por lo tanto, algunos países comenzaron a presionar a la Comisión de la UE y hace tres años se adoptó una nueva directiva que permite a los países de la UE individuales prohibir el cultivo de cultivos transgénicos aprobados por la UE en su propio territorio. En inglés, se llama la directiva nacional de exclusión de OGM.
El lector atento y centrado en la justicia ahora podría pensar en la otra mitad. Aproximadamente la mitad de los estados miembros de la UE que votan con mayor frecuencia para aprobar el cultivo de cultivos transgénicos, ¿qué piensan ellos de estar constantemente perturbados en el comité recién mencionado? Básicamente nunca alcanzan la mayoría cualificada deseada. Los cultivos que les gustaría poner a disposición en su mercado nacional de semillas y para los agricultores de su país siguen siendo inalcanzables porque la aprobación del mercado común de la UE está bloqueada. Y de por si, todo lo que está bloqueado por un puñado de países europeos que aún tienen la posibilidad de una prohibición nacional de un determinado OGM, si este se permitiría en la UE.
El suscrito, junto con doce colegas de investigación europeos, ha desarrollado una propuesta para complementar la directiva de exclusión. En resumen, los Estados miembros, según la evaluación de riesgos centralizada de la UE de la EFSA, pueden tomar decisiones nacionales para permitir el cultivo de un cultivo GM en particular.
Este llamado mecanismo de inclusión podría ayudar a restablecer el equilibrio de los derechos de toma de decisiones entre los estados miembros de la UE interrumpidos por la directiva de exclusión . Probablemente, esto podría llevar a una situación de mercado más confiable y predecible para las empresas de semillas grandes y pequeñas, tanto dentro como fuera de Europa. La presión sobre la Comisión de la UE también disminuiría considerablemente, ya que es la Comisión la que, según la ley, se ve obligada a decidir si no se llega a una mayoría cualificada en un comité.
También creemos que la propuesta estaría en línea con el principio de subsidiariedad de la UE, ya que las decisiones sobre el cultivo de ciertos tipos de cultivos transgénicos podrían regirse por las necesidades nacionales y el deseo de los agricultores de mejorar las semillas para enfrentar los desafíos regionales y locales en la agricultura. El proceso completo de aprobación del mercado para los cultivos transgénicos también sería más fácil de implementar si el desarrollo de la agricultura en la mitad de la UE ya no se vea obstaculizado por la segunda mitad.
Puede parecer que la idea misma de las decisiones nacionales en estos temas va en contra de los principios de integración, armonización y mercado interno de la UE. Pero las preguntas controvertidas a veces requieren soluciones poco convencionales. La directiva de exclusión voluntaria es también una forma atípica de legislación en la UE, y para restablecer el equilibrio, ya sea que se derogue esta directiva de tres años o nuestra propuesta de un mecanismo de suscripción voluntaria es aceptada y comienza a ser discutida seriamente por la UE.
Traducción: Cecilia Gonzalez P.
Publicado: 09 de octubre de 2018
Fuente: Europa Kommentaren
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