El cobre es un pesticida de origen natural y es el único aprobado para la viticultura orgánica autorizada. Para Basile Tesseron, este producto «plantea demasiados problemas» debido a su «estancamiento en el suelo». Por lo tanto, prefiere abandonar la viticultura orgánica para explorar nuevas vías.
El vicepresidente de la CIVB (Conseil interprofessionnel du vin de Bordeaux) Bernard Farges lanzó una pequeña bomba el pasado 15 de octubre, anunciando que habrá "una desconversiones de lo bio en 2019, no solo en Bordeaux". ¿La razón? Un año 2018 muy complicado para los viticultores, entre tormentas de granizo y ataques de tizón tardío. Que siguió un año 2017 ya difícil debido a la congelación. Los viticultores "no soportarán que una tercera cosecha produzca un déficit, y no correrán ningún riesgo" el 2019, anticipa Bernard Farges.
Basile Tesseron, al frente de la finca Lafon-Rochet (Grand Cru Classé 1855) en Saint-Estèphe, en el Médoc, ha decidido detener la producción orgánica. "Pero fue antes de las dificultades de este año, ya que la decisión se tomó en febrero", insiste. También respalda el hecho de que no estaba certificado como orgánico, incluso si comenzó la viticultura orgánica el 2009 con cuatro hectáreas, antes de convertir todos sus viñedos, o 40 hectáreas, hace tres años. En cualquier caso, se requieren tres años consecutivos en proceso orgánico, antes de que pueda solicitar la certificación. "Estaba esperando para saber si sería orgánico o no, antes de solicitar la certificación".
"La producción bio (orgánica) ya no es una solución sostenible"
"Tenía que decidirme", declara a 20 minutos, y en esta área, no hay intermedios. O lo haces orgánico o no lo haces. Y yo, no creo en eso más, si no pegaré a los que continúan haciendo la producción orgánica".
¿Pero cuál es el problema de este joven enólogo con productos orgánicos? Básicamente se reduce a una palabra: cobre, el único pesticida orgánico permitido. "La gran mayoría de los tratamientos orgánicos están hechos a base de cobre", recuerda, y en Burdeos, "han pasado 140 años desde que este producto milagroso "se ha usado contra el moho" [la famosa mezcla de Burdeos]. Si estás en producción orgánica o no, por cierto, utilizas esta mezcla. "Pero las dosis utilizadas en la viticultura convencional son aún menos importantes que en la orgánica".
Sin embargo, el cobre "todavía plantea muchos problemas, comenzando con el estancamiento en el suelo", preocupa a Basile Tesseron. "Es un producto en la categoría de metales pesados, por lo que no se evapora, se acumula en el suelo. Lo que me preocupa son los residuos, y para mí ya no es una solución duradera. Especialmente porque para una gran cantidad de productos, el rendimiento es a menudo más bajo".
Hacia una reducción en el uso del cobre
Además, "hay una buena posibilidad de que Europa prohíba este producto, ya que ha decidido regular más su uso" anticipa el enólogo, quien cree que "los llamados productos naturales no siempre son los mejores". Plaguicida de origen natural, el cobre está sujeto a discusiones. "Las concentraciones excesivas de cobre tienen efectos adversos en el crecimiento y desarrollo de la mayoría de las plantas, comunidades microbianas y fauna del suelo", señaló el INRA en enero pasado, en un informe científico para "reducir el Uso del cobre en la protección de usos biológicos".
La aprobación actual de cobre está llegando a su fin en enero de 2019. Si la amenaza de la prohibición total de este producto parece eliminarse, su uso pronto debería ser limitado. "Estamos en la hipocresía más completa", señala por su parte Bernard Farges, por lo que "no hay una posible sustitución para el cobre cuando uno es orgánico. Limitaremos su cantidad, si bien sabemos que hay zonas o años, donde no pasará".
"Hay un sistema hoy que es bastante inteligente", dice el vicepresidente de la CIVB, que limita el uso de cobre a 6 kg por hectárea por año, con la posibilidad de ir más allá. 6 kg siempre y cuando cumpla con los 30 kg en cinco años. Esto se llama suavizar. Y allí, demagógicamente, descenderemos a 4 kg sin suavizar. Sabemos lo que sucederá: será difícil controlar que se respete bien. Y eso traerá problemas a los viticultores que son orgánicos. Es una aberración".
El sector orgánico está cansado de ser atacado permanentemente
Sylvie Dulong, viticultora orgánica en Saint-Emilion, y presidenta de la Federación Regional de Agricultura Orgánica en Nouvelle-Aquitaine, lamenta que su sector sea atacado "permanentemente" y que "no buscamos sistemáticamente oponernos a los enólogos convencionales; No es nuestra visión de las cosas.".
Asegura que "a las dosis a las que se usa, el cobre no es un problema" y, aunque no niega los residuos en el suelo, considera que "no tiene nada que ver con las consecuencias dañinas de los productos químicos". Ella recuerda de pasada que los enólogos convencionales también usan cobre, "y en vista de las superficies, en proporciones mucho más grandes que las orgánicas".
Finalmente, ella dice que no tiene absolutamente ningún comentario de los viticultores orgánicos a quienes les gustaría desconvertir. "Por el contrario", dice, las cifras del observatorio regional para la agricultura orgánica muestran que los viñedos orgánicos crecen un 18 % en un año, incluidos 103 nuevos dominios en Gironde, que ahora cuenta con 635 granjas de vinos orgánicos".
Basile Tesseron no está satisfecho con los productos fitosanitarios. Para él, debemos explorar una tercera vía. "Creo que hasta la fecha, no hay una solución satisfactoria para tratar la vid, que es una planta muy particular. Lo que me interesa ahora es encontrar ideas para financiar la investigación y el desarrollo de productos alternativos. Y creo que sería mejor para los enólogos que financian esta investigación, dirigida en particular por el ISVV (Instituto de Ciencias de la Uva y el Vino) o el INRA, que trabajan para encontrar nuevas soluciones".
La situación relativa al uso de productos fitosanitarios, ¿está preocupando repentinamente a Burdeos? La tasa de conversión en orgánicos todavía sigue aumentando. Y, según Bernard Farges, "si 2018 será un año complicado, no debemos mirar las cosas por uno o dos años, sino analizar una tendencia". Y la tendencia es a la baja, especialmente los productos más peligrosos. "El objetivo no son las empresas orgánicas certificadas", dice Allan Sichel, presidente de la CIVB, porque lo orgánico es un eje, pero hay muchos otros. Las soluciones que vemos hoy deben ayudarnos, pero no hay duda, en los próximos diez años, de que nuevas vías que se abrirán para reducir en gran medida el uso de biocidas".
Traducción: Cecilia González P.
Publicado: 13 de noviembre de 2018
Fuente: 20 Minutos Francia
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