Todo lo que desperdiciamos a diario representa hambre, pobreza, desnutrición y grandes pérdidas económicas y ambientales en el mundo. La FAO estima que el 28% de la tierra cultivada produce alimentos para el desperdicio; esto equivale a la superficie de Kazajistán, Mongolia y China.
Es decir, 1/3 de todos los alimentos producidos anualmente en el mundo van a para a la basura, y con ellos, el agua usada para su producción, la cual podría saciar la sed en todos los hogares del planeta. Los alimentos desperdiciados emiten 3.3 gigas toneladas de gases de efecto invernadero, lo que aumenta la temperatura del planeta y afecta todas las vidas.
Solo en América Latina se desecha hasta 127 millones de toneladas de alimentos al año y 348 mil toneladas de productos comestibles al día. Estos alimentos serían suficientes para satisfacer las necesidades de 300 millones de personas.
Por ejemplo, México tira a la basura un promedio de 105 kilos de comida por persona al año, si este desperdicio se redujera a la mitad se garantiza la seguridad alimentaria de todo el país.
Estas cifras no solo corresponden al desperdicio en los hogares, si no al de toda la cadena de suministro de alimentos. Desde la cosecha, envasado, y transporte hasta la comercialización.
Algunas soluciones a este problema de gran impacto son:
Según la FAO, las pérdidas y desperdicios de alimentos tienen tres tipos de huellas ambientales cuantificables: de carbono, de tierra y de agua. La huella de carbono representa la cantidad total de gases de efecto invernadero emitidos a lo largo del ciclo de vida de los alimentos. América Latina es responsable del 16% de la huella de carbono mundial debido a las pérdidas de alimentos.
La huella de la tierra se refiere a la superficie necesaria para producir los alimentos, y la región representa el 9% de la huella de tierra mundial. En cuanto a la huella de agua, esta mide toda el agua dulce utilizada para producir y suministrar los alimentos al consumidor final, América Latina responde por el 5% de la huella de agua mundial.
Solo basta la suma de pequeñas acciones para lograr grandes cambios. Frenar el desperdicio de alimentos, salva vidas ¡Comprométete!
Publicado: 29 de agosto de 2024
Fuente: El Agricultor Primero
Atrás08-10-2024