Un suelo fértil y saludable es esencial para la agricultura y el suministro sostenible de alimentos. Los cultivos genéticamente modificados y los herbicidas complementarios reducen la necesidad de labrar -o arar- y ayudan a cuidar la tierra cultivable del mundo.
Los cultivos biotecnológicos y los productos de protección de cultivos facilitan una agricultura de labranza cero. El 10% del dióxido de carbono mundial se almacena en la tierra, el cual es liberado a la atmósfera al arar el suelo. La cantidad de dióxido de carbono que no se libera gracias al uso de cultivos biotecnológicos tolerantes a los herbicidas -los cuales facilitan la agricultura de labranza cero- es equivalente a la eliminación de los carros de las calles de Londres durante 5 años.
Publicado: 19 de septiembre de 2023
Fuente: CROPLIFE
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