Los materiales que entran en contacto con los alimentos no deben liberar sus sustancias constituyentes en los alimentos en niveles nocivos para la salud humana ni cambiar la composición, el sabor o el olor de los alimentos de forma inaceptable. La evolución histórica de los envases de alimentos muestra que el uso de plásticos ha aumentado drásticamente, debido a su comodidad, ligereza y rentabilidad, pero conlleva un impacto ambiental significativo. Influenciados por tendencias como la creciente conciencia de la huella ambiental y los requisitos de seguridad más estrictos, los envases convencionales están evolucionando progresivamente hacia nuevas alternativas. Todos los interesados en el sistema agroalimentario participan en el proceso de transformación de los envases de alimentos en alternativas más sostenibles, manteniendo al mismo tiempo las importantes funcionalidades de los envases adecuados. En esta revisión se presentan las alternativas de envasado de alimentos más prometedoras en la actualidad con sus beneficios, limitaciones y posibles riesgos de seguridad asociados, centrándose en los riesgos químicos. Aunque algunos riesgos potenciales son comunes a los envases convencionales, otros son específicos de las nuevas alternativas. La identificación de los posibles peligros químicos asociados a estas nuevas alternativas de envasado es importante para anticipar los riesgos que puedan suponer para la seguridad del consumidor. Dado que hay una gran diversidad de tipos de envases y normas destinadas a garantizar la seguridad que varían drásticamente entre jurisdicciones, no siempre es fácil determinar la mejor manera de evaluar la seguridad de los envases de alimentos. La elaboración de directrices internacionales sobre los principios para un envasado seguro de alimentos podría ayudar a impulsar la armonización mundial y desempeñaría un papel crucial a la hora de garantizar un marco coherente y basado en la ciencia para la seguridad y el cumplimiento de los envases de alimentos nuevos y emergentes.
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Publicado: 05 de diciembre de 2024
Fuente: FAO