Brasil se ha convertido en el primer exportador mundial de algodón, lo que ratifica su condición de protagonista decisivo del intercambio global de commodities agrícolas.
En el ciclo 2023/2024, Brasil vendió 12.4 millones de fardos de algodón al sistema internacional, mientras que Estados Unidos colocó 11.8 millones de unidades en ese mismo periodo; y Australia se transformó en el tercer vendedor del sistema, tras colocar 5.8 millones de fardos.
La cosecha brasileña se obtuvo con una superficie sembrada de 1.87 millones de hectáreas en el periodo 2023/2024, lo que implica un incremento del 13 % respecto al periodo anterior.
La producción de algodón en Brasil es un fenómeno de las últimas dos décadas: es el periodo en que apareció en gran escala el sistema del agrobusiness, que es el motor productivo que transformó irreversiblemente la economía brasileña y que es altamente intensivo en tecnología y capital.
La economía de Brasil es la primera de América Latina, con un PBI que asciende a U$S 1.6 billones –la novena del mundo- y por eso es la primera exportadora global de soja, carnes, jugo de naranja, azúcar, café y ahora también de algodón.
El agro brasileño tiene los menores costos de producción algodonera, así como los mejores rendimientos, del sistema global, por encima de EE.UU
Los rendimientos algodoneros de Brasil alcanzaron en 2023 a 2 millones de toneladas por hectáreas, sobre todo en el gran estado agrícola de Mato Grosso.
El predominio de la agricultura brasileña se basa en sus bajos costos de producción, y en sus excepcionales rendimientos; de ahí que su aparición en el mercado mundial provoca una baja de precios sistemáticos y de largo plazo.
Esto lo revelan inequívocamente los mercados de futuro: el ICE US COTTON cayó a menos de U$S 069 la libra (0.000454 tonelada) en julio de 2024, la mitad del pico obtenido en mayo de 2022.
Hay un cambio de fondo en la demanda mundial de algodón, guiada por la modificación de los hábitos de vestimenta en el mundo entero, que tiende a rechazar el uso de poliéster y otros productos químicos, y coloca en su lugar los recursos de la naturaleza ante todo el algodón.
Esta tendencia abarca también la moda de los grandes centros de la costura mundial, (París, Nueva York, etc).
Se comprueba una vez más la verdad de los establecido por Oscar Wilde, cuando dijo que "el esnobismo es amigo del arte".
Brasil dispone de las mayores reservas de tierras agrícolas del mundo, con más de 100 millones de hectáreas en el Cerrado brasileño. Por eso hay que prever un crecimiento sostenido de la producción de algodón en los próximos 10 a 15 años.
La tendencia en EE.UU se despliega en sentido contrario porque sus costos de producción son cada vez mayores, debido ante todo al aumento del precio de los fertilizantes.
Esto hace que los farmers pierdan crecientemente competitividad, lo que constituye una auténtica paradoja en el agro de mayor nivel de incremento de productividad de la historia del capitalismo
Argentina puede volver a ser uno de los grandes protagonistas del negocio del algodón como lo fue en las dos décadas del 20' al 40’ con epicentro en Chaco, aunque también en Formosa y Salta.
Fueron años de prosperidad en el campo chaqueño que atrajeron una gran inmigración extranjera, empezando por los colonos “rusos alemanes”, así como los menonitas, extraordinarios y altamente eficientes productores, provenientes de distintas partes de Europa.
Todos los años, la fuerza de trabajo del este de Salta, los cosecheros del Chaco salteño, se volcaba a los pueblos recientemente fundados en el entonces territorio nacional chaqueño.
Ese milagro productivo puede volver, aunque por cierto, las nuevas condiciones tecnológicas y de competitividad establecidas por el agrobusiness brasileño fija el marco de lo posible y de lo imposible de la producción agrícola de la época.
Mientras tanto, las condiciones ecológicas del Chaco para la producción de algodón, así como la capacidad y el empuje pionero de los gringos de la región, con epicentro en Charata y Sáenz peña, sigue incólume.
Algunas cosas esenciales no se pierden, y hacen al ADN nacional
Publicado: 05 de septiembre de 2024
Fuente: Clarín Rural
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