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LEGISLACIÓN NORMATIVA

Kenia abre la puerta al cultivo de transgénicos

Kenia abre la puerta al cultivo de transgénicos

El 19 de diciembre de 2019, el gobierno de Kenia aprobó el cultivo de algodón transgénico luego de cinco años de pruebas de campo y en marzo de 2020 se inició la comercialización.



 

Kenia se unió a una lista creciente de países africanos que cultivan cultivos transgénicos. Estos países incluyen Sudáfrica (algodón, maíz y soja), Nigeria (algodón y caupí), Eswatini - anteriormente Swazilandia - (algodón), Sudán (algodón), Malawi (algodón) y Etiopía (algodón).  

Otros países de África parecen estar a punto de sancionar el cultivo de cultivos transgénicos. Ghana y Burkina Faso, por ejemplo, han realizado pruebas de campo confinadas de caupí transgénico y se espera que sus gobiernos aprueben pronto la comercialización a gran escala del cultivo. 

Desde 2017, Mozambique ha estado realizando pruebas de campo para maíz transgénico resistente a la sequía y resistente a los insectos bajo los auspicios del programa Laberinto de uso eficiente del agua para África. Un informe del Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA) señaló: "Mozambique está considerando utilizar biotecnologías innovadoras en el desarrollo de productos, como el diagnóstico de enfermedades en animales (enfermedad de Newcastle) y plantas (mandioca, virus del tomate) y cultivos biofortificados, como la batata naranja. … El mejoramiento genético animal, los estudios de biodiversidad sobre la silvicultura y los estudios avícolas son otras biotecnologías innovadoras ”que se están considerando.

Aunque actualmente no se cultivan cultivos transgénicos en Senegal, en 2017, el presidente HE Macky Sall indicó su firme apoyo a la aplicación de la biotecnología a la producción de cultivos, siempre que se instituyan todas las medidas de bioseguridad necesarias.  

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El gobierno de Kenia espera que el cultivo de algodón transgénico ayude a reactivar la industria textil nacional, que alguna vez fue un importante empleador. La producción de algodón fue de aproximadamente 28.000 pacas en 2020, muy por debajo de las 49.000 pacas producidas en 2010, y fue inadecuada para satisfacer la demanda interna de alrededor de 200.000 pacas, por lo que se necesitaron importaciones de algodón a gran escala. La industria textil ha sido diezmada por la disminución de la producción de algodón y una avalancha de importaciones de China. Además, las importaciones de ropa de segunda mano, la baja productividad laboral y el alto costo de producción también han perjudicado al sector. En su apogeo en la década de 1980, la industria textil empleaba a unas 500.000 personas, pero eso se ha reducido a unas 20.000. 

El secretario del Gabinete de Agricultura de Kenia, Peter Munya, indicó que el gobierno se ha fijado el objetivo de tener más de 200.000 acres dedicados al cultivo comercial de algodón Bt para 2022, lo que creará más de 25.000 puestos de trabajo a lo largo de la cadena de valor. Dijo: “Estas oportunidades de trabajo estarán en el cultivo, procesamiento o comercialización de prendas y prendas de vestir fabricadas localmente ... El cultivo de algodón Bt por parte de nuestros agricultores garantizará un suministro constante de materias primas para las desmotadoras y las industrias de procesamiento del algodón, lo que respaldará la adición de valor y la creación de empleo. en la cadena de valor". 

La aprobación del cultivo de algodón transgénico es un cambio radical de la política gubernamental reciente que era muy hostil a la biotecnología de cultivos. En noviembre de 2012, por ejemplo, el gobierno asestó un duro golpe a los científicos que trabajaban en soluciones de OGM cuando prohibió la importación de todos los OGM. El presidente Kibaki ordenó al ministro de salud pública que tomara tales medidas hasta que el gobierno pudiera certificar que no tenían un impacto negativo en la salud de las personas. En un comunicado de prensa, el gabinete dijo que había una “falta de información suficiente sobre el impacto de dichos alimentos en la salud pública… La prohibición permanecerá en vigor hasta que haya suficiente información, datos y conocimientos que demuestren que los alimentos transgénicos no son un peligro para el público salud". 

La prohibición fue motivada por la publicación de un estudio en la edición de septiembre de 2012 de Food and Chemical Toxicology por Gilles-Eric Seralini, que indicó que las ratas alimentadas con alimentos transgénicos desarrollaron cáncer. Los defensores de los anti-transgénicos elogiaron el estudio por destacar la verdad sobre la toxicidad de los transgénicos y ayudó a socavar su apoyo. El estudio, sin embargo, fue profundamente defectuoso y desacreditado y finalmente se retractó por Food and Chemical Toxicology.por su pobre metodología. Sin embargo, causó un daño grave al desarrollo de OGM en Kenia (entre otros países) al alimentar el sentimiento anti-OGM y dificultar la realización de investigaciones científicas debido a las expectativas de que el gobierno se abstendría de aceptar sancionar la comercialización de cultivos OGM. La prohibición de importar alimentos transgénicos se mantuvo vigente hasta finales de 2019, momento en el que el gobierno fomentaba la investigación de transgénicos y estaba a punto de aprobar la comercialización del algodón Bt como parte de un plan para impulsar la industria textil, impulsando así el desarrollo industrial. 

Además de aprobar el algodón Bt, el gobierno aprobó el 15 de junio ensayos de rendimiento para la yuca transgénica que es resistente a la enfermedad de la estría marrón de la yuca. La yuca fue desarrollada por la Organización de Investigación Agrícola y Ganadera de Kenia (KALRO). La Autoridad Nacional de Bioseguridad de Kenia (NBA) aprobó la solicitud después de realizar una evaluación de seguridad exhaustiva que demostró que es poco probable que la yuca represente algún riesgo para la salud humana y animal o para el medio ambiente cuando se consume como alimento o pienso o cuando se cultiva en campos abiertos. La aprobación de la NBA es válida por un período de cinco años. Las pruebas de rendimiento nacional que se llevarán a cabo son el penúltimo paso antes de la comercialización completa. 

En la actualidad, no existen variedades de yuca que tengan una resistencia natural a la enfermedad de la estría parda, que se transmite por moscas blancas y esquejes infectados y puede resultar en la pérdida del 98 por ciento de la producción. La yuca es un cultivo muy importante en todo el África subsahariana. De los 12 principales productores de yuca en el mundo en 2019, siete eran naciones africanas, con Nigeria en primer lugar seguida de la República Democrática del Congo.    

El maíz transgénico resistente a insectos se ha probado con éxito en el campo con la expectativa de que la comercialización total comience en 2023. El director general de KALRO, Dr. Eliud Kireger, destacó la importancia de desarrollar maíz resistente a insectos al señalar que Kenia “está perdiendo alrededor de 40% de los 42 millones de sacos de maíz al barrenador del tallo y otras plagas y tenemos que importar para compensar las pérdidas”. 

Además de realizar investigaciones y comercializar cultivos transgénicos, los científicos de Kenia participan en proyectos relacionados con la edición de genes. Un proyecto en el que están trabajando los científicos de Kenia es crear resistencia en la planta de sorgo a la maleza parásita striga y hacer que la planta sea más apetecible y digerible. El sorgo es una fuente importante de alimentos y forrajes y se utiliza en la industria cervecera. 

En otro proyecto, los científicos están utilizando tecnología de edición de genes para frenar las pérdidas del maíz por necrosis letal. Otro trabajo de edición de genes que se está llevando a cabo incluye el desarrollo de un plátano resistente a enfermedades, maíz resistente a la sequía, vacunas contra el virus de la peste porcina africana y la fiebre de la costa este que afectan a los cerdos y el ganado respectivamente y batatas resistentes a los virus.

La decisión de Kenia de seguir una estrategia para fomentar los cultivos transgénicos y transgénicos podría tener un impacto importante en la decisión de otras naciones africanas de aprobar su cultivo dada la importancia de Kenia en África. Es la tercera economía más grande del África subsahariana después de Nigeria y Sudáfrica y es el sexto país más poblado. También es el eje de la Comunidad de África Oriental, una organización intergubernamental regional que, además de Kenia, está formada por Tanzania, Uganda, Ruanda, Burundi y Sudán del Sur. 

Uganda tiene un extenso programa de investigación científica para el desarrollo de cultivos transgénicos. Los científicos han realizado numerosos ensayos de campo con éxito en muchos cultivos, como bananos con vitamina A, bananos resistentes a enfermedades, patatas resistentes al tizón, maíz resistente a la sequía y mandioca resistente a virus. Para gran decepción de científicos y agricultores, la comercialización se ha visto obstaculizada por el hecho de que el presidente Yoweri Museveni no firmó el proyecto de ley de biotecnología que autorizaría el cultivo de estos cultivos. No cree que haya suficientes salvaguardias en el proyecto de ley para garantizar la seguridad de la salud humana, la biodiversidad y el medio ambiente. 

La sanción de Kenia de la producción de cultivos transgénicos posiblemente podría servir como un impulso para que el presidente Museveni finalmente firme el proyecto de ley. De lo contrario, las semillas transgénicas probablemente llegarán a Uganda desde Kenia a través del contrabando. 

Traducción: Cecilia González P.

Publicado: 21 de septiembre de 2021

Fuente: Genetic Literacy Project

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