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Vestidos para matar: informe expone el costo ambiental de la moda

Vestidos para matar: informe expone el costo ambiental de la moda

La industria de la moda es responsable de una quinta parte de las aguas residuales a nivel mundial, consume más energía que el transporte marítimo y la aviación combinados y, de continuar la tendencia, para 2050 se espera que sea responsable del 25 % del presupuesto restante de carbono del planeta



Los materiales sintéticos baratos, cuyo consumo se ha multiplicado por nueve en los últimos 50 años, forman la «columna vertebral» de la moda descartable, consumiendo alrededor de 350 millones de barriles de petróleo cada año, según un informe de la Changing Markets Foundation sobre la dependencia de la moda rápida (fast-fashion) sobre combustibles fósiles.

«A menos que la industria de la moda se salga de esta trayectoria de producir miles de millones de prendas cada año a partir de fibras baratas de baja calidad y deje de depender de las fibras sintéticas, no seremos capaces de hacer frente al desastre ecológico relacionado», dijo Urska Trunk de la ONG Changing Markets Foundation, de acuerdo a información publicada por EuroActiv.

El informe muestra un vínculo entre el auge del poliéster como el “favorito” de la industria de la moda rápida y el espectacular aumento de la ropa barata y de baja calidad.

Según el portal, en 2015, la industria textil utilizó 98 millones de toneladas de recursos no renovables, incluido petróleo y productos químicos, para elaborar las fibras sintéticas. Se espera que ese número aumente a 300 millones de toneladas para 2050.

“Estas tendencias no solo están dañando el medio ambiente, sino que limitan las oportunidades para que la industria de la moda tenga éxito a largo plazo. La industria ya pierde U$S 560 mil millones en valor debido a que la ropa se usa menos y apenas se recicla”, escribió Euroactiv citando palabras de Laura Balmond de la Fundación Ellen MacArthur.

Desde el año 2000, la producción de ropa se ha más que duplicado. La gente compra más ropa y la usa por menos tiempo. Según cifras de la UE, los europeos consumen una media de 26 kg de ropa por persona al año, y se desechan 11 Kg por persona al año.

“La solución que vemos aquí no es reemplazar un tipo de fibra por otro, sino una desaceleración radical de la moda, que es la principal causa de los volúmenes inalcanzables que vemos hoy y la liberación de microfibras y la contaminación generalizada”, agregó Trunk.

La moda rápida no solo impulsa el consumo excesivo, la ropa libera medio millón de toneladas de microfibras en el océano cada año, el equivalente a más de 50 mil millones de botellas de plástico.

Además, el reciclaje de estos textiles es muy deficiente. El 87 % se quema o se envía a un vertedero: aproximadamente un camión de basura con ropa se tira a los vertederos cada segundo en todo el mundo.

Alrededor del 3 % de la ropa de marcas como Nike, H&M y Louis Vuitton nunca se vende y va directamente al vertedero o la incineración. Este último produce metales pesados, gases ácidos, partículas y dioxinas, que pueden ser perjudiciales para la salud humana.

Incluso los textiles que se reciclan a menudo se reciclan en trapos y aislantes, y finalmente terminan en corrientes de desechos. Solo el 0,1-1 % se recicla de fibra a fibra.

“A menos que nos alejemos del modelo de producción de moda fósil, corremos el riesgo de traspasar los límites planetarios en nuestra búsqueda de moda barata. Seremos totalmente incapaces de hacer frente a las montañas de desechos de ropa producidos por el sistema y la dependencia de los combustibles fósiles contribuirá a niveles catastróficos de cambio climático”, destaca el informe.

Creando una economía circular para los textiles

Como parte de su plan de acción de economía circular, la UE está intentando reducir los residuos producidos en la industria textil e impulsar su reutilización, describe Euroactiv.

“Los formuladores de políticas en la UE, así como de otras regiones pueden desempeñar un papel clave para ayudar a la industria de la moda a pasar de este enfoque derrochador y contaminante a una economía circular promoviendo e incentivando el desarrollo de modelos comerciales que mantienen la ropa en uso y estimulando el diseño de ropa de calidad, duradera y reciclable a través de un ambicioso criterio de producto mínimo ”, dijo Balmond.

En enero de 2021, la Comisión lanzó una hoja de ruta para el futuro de los textiles sostenibles en la UE, con el objetivo de garantizar que la industria se recupere después de COVID de forma circular. Esto incluye considerar objetivos para impulsar la reutilización y el reciclaje.

“La iniciativa propondrá acciones para adecuar el ecosistema textil a la economía circular, abordando las debilidades con respecto a la producción sostenible, los estilos de vida sostenibles, la presencia de sustancias preocupantes, la mejora de la recolección y el reciclaje de residuos textiles en los estados miembros, así como el desarrollo de capacidades”, dijo la Comisión.

El informe recomienda que la UE adopte medidas para ralentizar la tasa de consumo “intrínsecamente insostenible” y aumente su calidad mediante el diseño ecológico obligatorio.

«La principal barrera es la ausencia de legislación», dijo Trunk, y agregó que las empresas a menudo lavan su imagen con campañas sobre la reducción de plástico en perchas y bolsas de transporte, pero evitan el problema principal del consumo de combustibles fósiles.

“Sin una acción legislativa rápida y radical y una desaceleración considerable, la búsqueda de ropa barata de la moda rápida creará a volúmenes insostenibles de desechos y microfibras tóxicas, y emitirá más carbono del que el planeta puede manejar”, ​​describe el informe.

Publicado: 11 de febrero de 2021

Fuente: Bioeconomía

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