El 2012, se publicó un estudio controvertido sobre la toxicidad a largo plazo de un herbicida Roundup y el maíz NK603 genéticamente modificado (GM) tolerante al glifosato.
El consorcio de investigación G-TwYST, financiado con fondos comunitarios, probó la potencial toxicidad subcrónica y crónica, así como la carcinogenicidad del maíz NK603 genéticamente modificado resistente al glifosato mediante la realización de dos ensayos de alimentación de 90 días, uno con tasas de inclusión de maíz GM del 11 y 33 % y uno con tasas de inclusión de hasta el 50 %, así como un ensayo de alimentación de 2 años con tasas de inclusión del 11 y el 33 % en ratas RCC Wistar Han masculinas y femeninas teniendo en cuenta las Directrices de la OCDE para el análisis de sustancias químicas y las recomendaciones de la EFSA sobre las pruebas de seguridad de alimentos integrales/piensos en animales de laboratorio.
En los tres ensayos, el maíz NK603, sin tratar y tratado una vez con Roundup durante su cultivo, y la contraparte convencional fueron probados. Se evaluaron las diferencias entre cada grupo de prueba y el grupo de control.
La equivalencia se evaluó comparando la diferencia observada con las diferencias entre los grupos de referencia no GM en estudios anteriores. En caso de diferencias significativas, se evaluó si los efectos estaban relacionados con la dosis y/o acompañados por cambios en los parámetros relacionados, incluidos los hallazgos histopatológicos. Se concluye que no se observaron efectos adversos relacionados con la alimentación del maíz NK603 cultivado con o sin Roundup durante hasta 2 años.
Sobre la base del resultado de los estudios de toxicidad crónica/carcinogenicidad subcrónica y combinada, se presentan recomendaciones sobre la justificación científica y el valor agregado de los ensayos de alimentación a largo plazo en el proceso de evaluación de riesgo de plantas GM.
Tamaño: 10,5
Publicado: 21 de febrero de 2019
Fuente: Archives of Toxicology
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