México podría lograr con la biotecnología un incremento de entre 16% y 22% en el rendimiento por hectárea de maíz blanco.
Además de elevar la productividad, hay otros beneficios paralelos en la adopción de esta tecnología. Por ejemplo, por su capacidad de generar productos más resistentes, tiene el potencial de reducir el uso de plaguicidas en la agricultura. Mientras que en México se utilizan 1,8 kilogramos por hectárea de agroquímicos, 1,6 de insecticidas y 1,3 de herbicidas, en Estados Unidos se usan 0,12, 0,49 y 0,2 Kg respectivamente.
Los cultivos genéticamente modificados aprobados y disponibles en el mercado son seguros, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud y la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia. La prohibición genera mercados ilegales, no regulados y un uso indebido de las tecnologías.
Biotecnología en México
Estamos desaprovechando la biotecnología para producir maíz y cualquier otro cultivo. En otros países, un alto porcentaje del área cultivable está habilitada para cultivos con biotecnología, mientras que en México esa proporción es solo del 0.9%. En Uruguay se usa biotecnología en 91% de su superficie cultivable, en Paraguay en 88%, en Argentina en 62%, en Brasil 58%, en Estados Unidos 47% y en Canadá 25%.
Sin embargo, aunque en México no se cultiva maíz genéticamente modificado, sí se consume. El maíz que importamos de Estados Unidos es genéticamente modificado y corresponde al 30% del consumo nacional.
El uso de semillas mejoradas por medio de biotecnología aporta beneficios al sector agropecuario, consumidores y personas relacionadas a estas actividades:
De acuerdo con las estimaciones del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), si introducimos mejor tecnología en al menos la mitad de la superficie habilitada para cultivar maíz (casi 7 millones de hectáreas), estos serían los efectos en la economía nacional:
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Publicado: 14 de noviembre de 2017
Fuente: IMCO
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