Fernanda Quiñónez, Aurora Chaidez y Elizabeth Rivera, estudiantes del Tecnológico de Monterrey de Sinaloa, preocupadas por el impacto ambiental que tenía el plástico, decidieron crear bioplástico hecho con cáscaras de mango.
“Realizar bioplástico nos pareció una forma de hacer un cambio en aquellos que no se encuentran motivados a hacerlo por sí mismos. Ahora, buscarán tener este producto por el simple hecho de ser más barato
Siendo que Sinaloa es uno de los mayores exportadores de mango en México, investigaron las propiedades de esta fruta, y descubriendo que esta cáscara al mezclarla con otros componentes del almidón se crea un biopolímero resistente y flexible que se asemeja al plástico convencional.
En la investigación se descubrió que el plástico hecho con cáscara de mango se degrada en tan solo 6 meses a diferencia del plástico convencional que llega a tardar más de 100 años.
Además de su viabilidad técnica, han comprobado también que la producción de su producto podría ser 80 % menor respecto a los platos de plástico y 50% menor a los de poliestireno, explicó Elizabeth.
En este momento Fernanda, Aurora y Elizabeth se enfocaron en producir platos con este bioplástico y buscan el apoyo de alguna empresa para que se vuelvan proveedores directos de la cáscara de mango para formalizar este emprendimiento y lograr un cambio en el mundo.
“Sentimos el deber de hacer algo por cambiar, no solo nosotras, sino indirectamente poder influir en el cambio del resto de los ciudadanos”, manifestó Fernanda.
Tras este éxito ahora las estas tres estudiante están en busca del apoyo de una empresa que les sirva de proveedor de cáscaras para poder formalizar más su emprendimiento.
Definitivamente es motivo de orgullo, saber que estas jóvenes mexicanas y emprendedoras, preocupadas por la sociedad, buscan hacer un gran cambio y mejorar a su manera nuestro mundo.
Publicado: 07 de mayo de 2019
Fuente: Morelos Puntual
Atrás
