El INTA dio a conocer todo sobre el cultivo de tuna, una alternativa forrajera para introducir en sistemas ganaderos en zonas con estrés hídrico. Todo sobre su multiplicación, implementación, poda y producción, en esta nota.
Se acerca el verano, y la preocupación sobre cómo será el grado de déficit hídrico en las tierras del país. En este marco, el INTA se anticipa y propone una posible alternativa forrajera para las zonas más áridas y con probabilidades de sequía: la Tuna.
El INTA informó que la tuna pertenece a la familia de las Cactáceas, es originaria de América y fue llevada a Europa por los españoles; desde allí se distribuyó a otras partes del mundo. Esta gran dispersión geográfica dio origen a muchos ecotipos con características locales propias, algunas sin espinas.
Su sistema radical es superficial, extenso y ramificado, se distribuye horizontalmente por varios metros, la mayor parte de éstas se encuentra a una profundidad de 50 cm. Sus tallos son suculentos y articulados, llamados científicamente cladodios y vulgarmente pencas o paletas. El fruto es una falsa baya, carnosa y jugosa, utilizada en la realización de mermeladas y panificados.
Se desarrolla bien con temperaturas entre 12 a 34 °C; con una precipitación promedio entre 400 a 800 mm; en suelos sueltos, arenosos calcáreos y poco fértiles, superficiales, pedregosos; sin embargo, suelos altamente arcillosos y húmedos no son convenientes para su cultivo.
La forma más común y rápida de obtener nuevas plantas es a través de la multiplicación vegetativa de pencas de dos años, éstas se separan de la planta madre cortando en las articulaciones y se dejan cicatrizar a la sombra por 10-20 días previos a la plantación.
Las pencas cicatrizadas se plantan, enterrando las 2/3 partes de su longitud, ubicando las caras de este a oeste. La orientación de las filas de norte a sur. Si su destino será exclusivamente para la alimentación de ganado las distancias entre plantas y entre filas; será de 2m; si fuese implantada con doble propósito ( consumo animal y humano) las distancias serían de 4m entre plantas y entre filas.
Se deben realizar podas de formación en los tres primeros años. para darle a la planta estructura y fortaleza, manteniendo una altura de 1,60- 1,80 m. La poda para entregar a los animales, es principalmente en invierno, ya que es cuando hay mayor escasez de agua. Al quinto año de implantación, la producción de pencas ya es elevada.
La producción de Agua en litros/hectárea/año estimativa, obtenida de la poda típica anual en los diferentes cultivares de tuna de la EEA Las Breñas, se observa en el siguiente cuadro:
Publicado: 02 de octubre de 2018
Fuente: InfoCampo
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