El futuro de la competitividad del sector agrícola colombiano está en serio riesgo. Con la ilegalidad de semillas todos perdemos. El 2010 ya hubo una denuncia que este fenómeno comercial ilegal ha venido incrementándose con el paso de los años, pues a mediados de la década era un flagelo en los departamentos de Meta y Casanare y hoy se ha extendido a Tolima y Huila.
En cuanto a los cultivos afectados, la ilegalidad afecta a los de arroz y, en menor grado, al de soya.
Se descubrió que hay volúmenes altos, aún no determinados, de semillas de hortalizas de contrabando, procedentes de Venezuela, Perú y Ecuador.
Además de ser un problema comercial, la ilegalidad en el comercio de semillas ha tenido dos consecuencias, la merma en la venta de semillas legales y el incremento de plagas, como la bacteria Burkholderia glumae y un ácaro llamado spinky, proveniente de Centroamérica.
Los dos aspectos –dice ACOSEMILLAS– preocupan a la industria, pues inciden en la producción y la productividad de los cultivos y el agro.
Publicado: 19 de diciembre de 2017
Fuente: AcoSemillas
Atrás